Es un hecho que en la última década muchas personas han invertido en inmuebles para generar una renta mensual. El mercado y los ciudadanos han ido madurando y, si bien las relaciones contractuales entre inquilinos y propietarios suelen ser fluidas, a veces suceden imprevistos.
Uno de ellos es cuando un departamento o casa se devuelve en mal estado. Para ello hay algunas medidas que se deben tomar. La primera es especificar en el acuerdo de arrendamiento la obligación por parte de la persona que alquila de abonar un monto de garantía. Este suele ser similar al pago mensual, aunque puede variar según las condiciones. Este primer paso es fundamental.
Como segunda medida es de suma importancia hacer un registro fotográfico del estado del inmueble antes de entregarlo al inquilino. Si este se entrega amoblado, también sería necesario hacer un inventario pormenorizado de los bienes que se encuentra dentro del espacio arrendado. Con estas dos precauciones se evitan posibles discusiones a la hora de amortizar los costos de refacción con la garantía depositada por el inquilino.
Si bien estas dos medidas suelen bastar, existen casos en los que el monto de garantía no es suficiente para cubrir los gastos. Si no hay conciliación entre las partes, lo siguiente es acudir a la vía judicial o arbitral. Estos detalles deben estar previamente especificados en el contrato de arrendamiento y firmado para evitar cualquier malentendido.
En resumen. Las dos medidas a tomar:
- Determinar y exigir un monto de garantía.
- Realizar un registro fotográfico e inventario del inmueble.
Alquilar una casa o departamento debería ser un proceso amigable y fluido. Sin embargo, no se puede prever todos los inconvenientes. En Aurora Grupo Inmobiliario nos preocupamos por tu tranquilidad. Por eso recomendamos las medidas antes señaladas antes de poner a un inmueble de vuelta al ruedo del mercado inmobiliario.
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